lunes, 27 de mayo de 2013

Ducha Romana



La emetofilia o vomerofilia (conocida vulgarmente como "Ducha Romana") es una parafilia en la que la excitación se obtiene por el vómito ya sea viéndolo, induciéndolo o haciéndolo por sí mismo, o también teniendo fantasías al respecto.


Algunos emetofilicos encuentran el acto de vomitar excitante; para ellos, la secuencia que acompaña al vómito de "espasmo, expulsión y alivio" está cargada eroticamente. Otros emetofilicos encuentran placer viendo o escuchando vomitar a otros.1 Algunos prefieren que sus parejas o cualquier otra persona los vomite encima, mientras que otros prefieren provocárselos, ya sea forzándolos a vomitar (querer ser vomitado puede estar relacionado con ser dominado, mientras que querer hacer vomitar a alguien puede ser deseo de la persona dominada). Es muy común para la mayoría de los emetofilicos tener más de una de esas fantasías, en varias combinaciones.
La excitación emetofilica se obtiene de distintas formas:
  • Ver a alguien vomitar.
  • Induciéndolo a otras personas.
  • Haciéndolo por sí mismo.
  • Hacérselo a otras personas.
  • Haciéndolo a los órganos sexuales.
  • Vomitando en la boca de otros.
  • Escuchando a alguien vomitar.

Parafilias, ¿tienes alguna?


Parafilias, ¿tienes alguna?






.- Las formas de disfrutar el placer sexual son muy diversas. La creatividad y la experimentación son piezas clave en el sexo. Sin embargo, algunas parafilias –prácticas inusuales–, pueden ser bastante extrañas. Aquí las 10 más raras, de acuerdo con Ojo Científico.
Parcialismo: Es cuando a una persona le interesa sexualmente una parte específica del cuerpo del otro, excluyendo los genitales. Entre los fetiches corporales más comunes están los pies, las axilas, las narices, el cabello y las nalgas.
Clismafilia: Se trata de la afición por introducir líquidos en el ano, como un método de estimulación sexual.
Sadomasoquismo: Es la excitación proveniente del dolor. Los masoquistas disfrutan que los golpeen, latigueen y en general, sentirse esclavizados. Esta práctica involucra, a su vez, otras parafilias, como la asfixiofilia, en la que a la gente le gusta ser presionada por el cuello casi al punto de la asfixia durante la relación sexual. Para ellos, esa sensación es sumamente estimulante.
Urofilia y coprofilia: Respectivamente se refieren a tener placer sexual con la orina y las heces fecales. Hay quienes disfrutan “bañando” a la pareja, o siendo bañados. También hay a quienes les gusta beberla. Lo mismo ocurre con el excremento en el caso de los coprofílicos.
Escatología telefónica: Para algunas personas resulta sumamente excitante el llamar a desconocidos para hacerles proposiciones “indecentes”, hablar explícitamente de sexo o bien, disfrutar el reto de lograr hacer que la otra persona “hable sucio”.
Eproctofilia: Esta parafilia es cuando a un individuo le excitan los gases. Quienes la practican disfrutan oliendo las flatulencias de sus parejas.
Triolismo: Los practicantes de esta parafilia encuentran placer sexual al tener relaciones en grupo (mínimo tres, de ahí su nombre). Disfrutan viendo cómo su pareja tiene sexo con otra persona pues consideran que aprenden cosas nuevas.
Emetofilia: Aquí, el placer sexual se encuentra ante la exposición al vómito. Se le conoce como “ducha romana”. Por extraño que parezca, hay personas que disfrutan revolcándose en el vómito ajeno.
Acrotomofilia: Implica interés sexual por partes del cuerpo amputadas. Quienes disfrutan esto, pueden llegar hasta la propia amputación en la búsqueda de placer.
Necrofilia: Es la atracción sexual por los cadáveres. Hay a quienes les gusta tener sexo con muertos recientes y otros disfrutan haciéndolo con un cuerpo que ya se encuentra en estado de putrefacción.
¿Alguna te resultó interesante? ¿Qué otras parafilias conoces?

Sexo anal: el complemento perfecto en el camino hacia el orgasmo





Sexo anal: el complemento perfecto en el camino hacia el orgasmo



 Valentina Pérez Botero/@vpbotero3_0

(12 de mayo, 2013).- Los separan sólo unos centímetros de distancia y los homologa el tipo de entrada al cuerpo femenino. El primer hueco, el que da paso a la vagina, lo custodian dos capas de labios; y al ano, el segundo ojo al interior, lo resguardan las nalgas.
La última encuesta realizada en Estados Unidos sobre comportamiento sexual entre parejas heterosexuales de 18 a 56 años, revela un dato interesante sobre el sexo anal: su rápido incremento como práctica durante el coito.
En 1992, la prevalencia de la práctica era de 16 por ciento. Menos de 20 años después llega a 46 por ciento. La pregunta es por qué las mujeres han cedido ante lo que inicialmente se consideró como una fantasía únicamente masculina y asociada con el dolor. El planteamiento era: si existe un hueco hermano –la vagina-, naturalmente lubricado y más propenso a dilatarse ¿para qué recorrerse unos centímetros más abajo?
La respuesta está en el orgasmo: el 65 por ciento de las mujeres que dijo haber tenido penetración vaginal durante su última relación sexual experimentó uno, el porcentaje subió a 81 cuando su pareja les hizo sexo oral, y llegó a 94 por ciento cuando tuvieron penetración anal.
Pero la respuesta no está sólo en la estimulación anal sino en todos los actos sexuales que lo acompañan, pues es su número –masturbación  mutua, sexo oral, penetración vaginal y finalmente anal-, todas combinadas, lo que aumenta las posibilidades de que una mujer llegue al orgasmo.
La encuesta muestra que sólo el 6 por ciento de las mujeres que dijo haber tenido penetración anal hizo exclusivamente eso, 86 por ciento tuvo también penetración vaginal  y 72 por ciento dijo haber recibido sexo oral.

lunes, 12 de marzo de 2012

La Union - Los planes de los amantes




Vuelan mis ojos hasta posarse en el mar
surcan vientos de sal
rojas montañas quemadas por el sol buscan
su refresco en las olas
siguiendo de cerca los planes de los amantes
de cerca... los amantes...
sintiendo que no estás aquí.
Pasan eternas las horas de la soledad
recordando tu voz mientras espero
llegar la tarde y soñar verme contigo
a solas, verme contigo a solas.
siguiendo de cerca los planes de los amantes
de cerca... los amantes...
sintiendo que no estás aquí.
Vuelan mis ojos hasta el mar.